A los 15 fuego, a los 40 brasas, a los 70 cenizas ¡mmmmm! No me gusta la decadencia que marcan los números. No me gustan los números en relación al espíritu. Basta de números, basta de la cultura de los números que etiqueta a los seres humanos como seres perecederos con fecha de vencimiento.
En la multiplicidad de la vida pareciera que uno se va poniendo los años como ponchos y cada vez más lejos nuestro cuerpo desnudo... ¡Qué belleza la de un bebé desnudo y que repulsión la de un viejo! La decrepitud inexorable del envase...hasta que el envase se hace cenizas.
Jugamos con nuestra edad biológica que le saca ventaja a la cronológica con dieta, ejercicios, cirugias...
Y gloria a la libertad del espíritu, ¿Quieres sentirlo? Cierra los ojos y piensa en la energía del amor y comenzarás a sentir el calor del fuego, el santo espíritu que te sostiene y que respira en tí...sin edad, sin tiempo...y ese eres Tu, tan simple y poderoso...
No esperes a tu próximo cumpleaños, aquí y ahora reconócete y celebra el fuego de tu eterno existir (el nacimiento y la fecha del q.e.p.d meros accidentes del envase) ;)
